Luis Fonsi llega a Rosario en el marco del exitoso cierre de su gira por la Argentina, luego cantará en Córdoba, Buenos Aires y Mendoza.
Luis Fonsi no se da por vencido. Lo dice en el hit de su último disco "Palabras del silencio" y lo volverá a demostrar en un escenario rosarino cuando pasado mañana, a las 21, se presente en el teatro Broadway (San Lorenzo 1223). "Para darle mayor profundidad a las baladas hay que añadir una pizca de fantasía", dijo el músico puertorriqueño.
—En "Todo vuelve a empezar" de "Palabras del silencio" decís "necesitamos el silencio para respirar", ¿ése es el concepto de tu último disco? —Fijate que ni cuenta me había dado. El título vino por "No me doy por vencido" que dice (lo entona) "este silencio esconde demasiadas palabras", e incluso lo he dicho en muchas canciones sin darme cuenta. La segunda canción que escribí en mi vida, a los 16 años, se llama "Me lo dijo el silencio"; la primera es "Mi sueño", y desde ese entonces son dos expresiones que siempre uso, los sueños y el silencio, no sé por qué.
—¿Pero tiene que ver con una cuestión introspectiva?
—No, para nada, no soy de los que se esconden en el silencio, y medita y necesita el silencio para vivir. Creo que soy una persona hiperactiva y por eso mismo aprecio esos momentos de tranquilidad y de silencio, es como esa voz interna que llevamos todos adentro, creo que me grita y me dice muchas cosas, es la conciencia y el corazón, una mezcla de muchas cosas, pero de ahí nace la inspiración para escribir canciones y es lo que hace que este disco sobresalga de los demás.
—Los músicos siempre dicen que el último disco es el mejor. —Es que es el primer disco donde escribo todas las canciones, donde me desahogo más que nunca, y se nota que la composición forma parte de mi día a día. De ahí sale "Palabras del silencio".
—¿Cómo ves el escenario de la música actual? —No soy experto para decirlo, pero el género romántico y el pop en general es muy estable, siempre va a estar presente, no es uno de esos géneros que va a subir y que va a bajar, que va a estar de moda o no. Es un denominador común de todos los otros géneros y siempre va a tener su lugar. Hoy en día hay géneros como el urbano, el rock, el tropical, pero creo que una buena balada siempre tiene su espacio. En mi caso, siento que zapatero a tus zapatos, es donde más cómodo me siento, es lo que más escucho, es lo que hago.
—¿El género romántico perdió capacidad de sorpresa en los útimos diez años?
—Estoy de acuerdo, creo que sí, aunque uno escucha un reggaetón también y no sabe de quién es. Pero eso no se le puede culpar al género, sino al artista que no supo darle algo innovador al público.
—¿Al componer volcás experiencias personales o fantasías tuyas para armar una historia que sea más atractiva? —Es una mezcla saludable de ambas cosas, porque no depende del día y momento del que estoy viviendo, no puede ser todo tan personal porque va a ser muy lineal y hasta cierto punto puede llegar a ser repetitivo. Pero para darle mayor profundidad a las canciones hay que añadir una pizca de fantasía. Y a la vez que no sea todo fantasía, sino usar historias de cosas que están a mi alrededor, de situaciones que le pasan a mis amigos, de cuentos que escuché por ahí, y de repente hacer una novela, una historia de una película en mi cabeza, crear personajes y hacer una canción.
—O sea que de tu intimidad, poco y nada.
—Es que al fin de cuentas no se trata de mí, se trata de mi público. Yo no hago un disco autobiográfico, no estoy haciendo un libro de mí, estoy haciendo canciones para que la gente las cante y las digiera. Yo soy el personaje, la voz, el que la cuenta, el narrador, y a la hora de interpretarlo tengo que sentirla como si la historia fuese mía, para darle el toque real.
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